Buenos días a todos amigos míos, en este espléndido día primaveral, en el que a algunos de nosotros nada más salir a la calle se nos pone cara de anormal y lo primero que hacemos es pegar un estornudo que nos oyen hasta en Sebastopol, me dispongo a redactar un nuevo sueño que he tenido esta noche; el sueño ha sido larguísimo, mucho más que todos los otros que he tenido últimamente, por lo que no he querido poner detalles que por otro lado serían de especial atracción para alguno lectores del Rincón; pero bueno, así es la vida.
He de decir que sólo pongo sueños cuando alguno de mis amigos sale en él, porque por ejemplo el de ayer fue maravilloso pero al no salir nadie de vosotros no lo pongo.
Sin más dilación aquí viene:
Sueño Número 3
Advertencias:
-No lo lea si está cuerdo.
-No lo lea si padece de vómitos y diarreas crónicas.
-Consulte con su neurocirujano en caso de alguna duda.
Estábamos en una gran mansión que habíamos heredado Fequing y yo (no se porque).
Al llegar allí nos esperaba un gran comité de bienvenida con gente elegante vestida como a los años 50, y pos supuesto se celebraría una fiesta en nuestro honor; pasado un rato bajamos ambos de nuestros respectivos habitáculos acompañados por bellas damas.
Ya en la cena borrachos de júbilo (y de alcohol) y haciendo innumerables marranadas con nuestras acompañantes (entre ellas estuvimos jugando al orón), se nos ocurrió ir fuera a la piscina; nos metimos y hubo una orgía inconmensurable, cuerpos de mujeres desnudos sólo para nosotros que las follábamos sin control; entre todo esto una mujer me dijo que la mansión estaba encantada y que en ella habitaban dos seres que me podían hacer daño, (ya descartado mi archienemigo de los sueños Morrobias(que recuerdo le dimos muerte en anteriores capítulos), sólo tengo un enemigo que sale en múltiples sueños y que es un niño como de unos 7 años que me tira piedras, pero me tira piedras desde distancias enormes y con una fuerza inimaginable, evidentemente me hace un daño horrible cuando me alcanza).
Ya sabiendo esto salimos del agua más follaos que Rocco Siffredi haciendo horas extra, y al irnos vimos espíritus de anteriores poseedores de la casa que intentaban asustarnos, nosotros nos reíamos pensando que eran alucinaciones causadas por algún tipo de droga. Al pasar unos setos una piedra atravesó reventándole la cabeza a mi amigo y vi lejos al niño de las piedras que intentaba aniquilarme. Di la vuelta a una especie de montículo k había y le asesté un golpe casi mortal con una azada dejándolo inconsciente..
Llegando a la gran mansión y con un preocupante pasotismo ante la muerte de mi amigo, me encontré con una familia que al parecer había habitado la mansión desde hacía tiempo y al parecer querían quedarse a cambio de ser mi servicio; entre ellos había un niño bastante pequeño que no paraba de gritar y de llorar y, que yo no sabía que pintaba ahí, por lo que pregunté que en qué me iba a servir ese niño que a mi me parecía que lo único que iba a hacer era molestarme y tocarme los cojones. En cuanto oyó esto el niño se quitó los pantalones y me cagó encima de la pierna soltando un insoportable y hediondo aroma que me hizo huir despavoridamente, cuando conseguí quitarme ese olor, volví y el niño no paraba de perseguirme echando por su ano purulentas y asquerosas defecaciones de múltiples colores que hacían insoportable mi presencia en aquel lugar. (evidentemente me fui).
Aparezco de repente conduciendo un Mercedes SLR McLaren y a mi lado de copiloto mi amigo Is rael; íbamos a un casino de las Vegas a tocar la guitarra, al entrar cada uno con su guitarra unas luces brillantes y asquerosamente horteras nos imnotizaron y tuvimos k ir a jugar a algo.
Entre mesas de Black Jack, ruleta, y demás nos fuimos a una oscura sala a jugar a las tragaperras, cuando metimos para que nos dieran cambio de 500 euros nos dieron 5 monedas del tamaño de tapas de nesquiq , de hierro y que eran exactamente iguales que las monedas de 5 duros del caudillo.
Israel las gastó en menos de un minuto comprando una bolsa de gominotas, le recriminé que si era gilipollas y él me dijo que tenía hambre y que gastaba el dinero en lo que le diera la gana.
Yo nada más meter mi primera moneda la máquina se volvió loca y empezó a darme miles de monedas de 100 y 200 pesetas de las antiguas, llené hasta 4 cubos enteros, no cubos de playa, no, cubos grandes de verdad como los de los jardineros.
Is rael en un alarde de virtuosismo mental calculó el importe exacto que había ganado y me dijo que en euros sería un millón.
Al ir a cambiarlos a la caja, un señor me dijo que a grosso modo tendría unos 1000 euros y que si quería lo tenía que cambiar por eso que sino me iría con las manos vacías.
Ya os podréis imaginar lo que pasa, y es que en ese momento en mi bolsillo había un revolver con 6 balas, maté al tío y al acompañante dejando sus cerebros incrustados por las máquinas, según los mataba la munición salía del suelo(como si de un videojuego se tratara), por lo tanto realicé una aniquilación total del local huyendo con todo el dinero que allí había, de Is rael, le vi huyendo con una bolsa enorme de gominotas.
Fin
Se que ha sido algo más flojo que los otros, pero no he podido resistirme porque para un sueño en el que no lo paso mal…
Un abrazo a todos, espero que os haya servido de entretenimiento en algún descanso de vuestras arduas horas de estudio, sin más dilación un besín en el culín y hasta la próxima entrega del Rincón del Justo.
La vida perfecta (por "El Rincón del Justo")
martes, 3 de junio de 2008
Publicado por TIMBALETIS en 14:08
Etiquetas: El rincón del Justo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
JAJAJAJAJAJAA. Me encanta...Justo y amigos protagonistas de sueños!!! me he descojonado con lo de la bolsa de gominolas del jodido IS RAEL jajajaja, le estoy viendo la cara..."me lo gasto en lo que quiera coño!!!"
Un beisn
Publicar un comentario