Miércoles de cenizo.

Odio los miércoles. Es el peor día de la semana. Está ahí en el medio de los días laborables, como si quisiera recordarte que, aunque la semana ya ha empezado, aún te queda otra mitad para terminar. Además yo tengo mi peor horario de clases. Clases a las que, en esta ocasión, mi enorme e incomprensible cansancio y una extraña sensación de resaca (será la costumbre ya) me han impedido asistir. Total, que aquí me veo, escribiendo desde aquel mítico ciber que en su día rigió nuestro entrañable amigo Wisby, perdiendo como un capullo el tiempo antes de volver a casa.

El caso es que no todo el tiempo perdido ha sido en vano: navegando -nunca he entendido esta palabra en este contexto- por Internet me he topado con un vídeo bastante curioso. Sobre el cielo de Moscú se dejaba ver, como una señal apocalíptica, un extraño y gigantesco anillo luminoso, que penetraba en la ciudad a través de la espesa capa de nubes. Aquí tenéis el video:



Pues por lo visto, según he leído en el blog donde encontré esto, la comunidad científica no se pone de acuerdo sobre el origen de este anillo de luz, echando leña a la hoguera que ya han preparado los ufólogos y otro tipo de trastornados, mientras los videos captados con móviles proliferan por la red. Quién sabe, lo mismo el Tipo de arriba nos quiere recordar que vamos directos a un abismo, o la especie que nos lleva observando durante eones ha decidido presentarse, como si hubieramos alcanzado la mayoría de edad.

Lo único y lo más razonable que han podido hacer los moscovitas ha sido contemplar el fenómeno con admiración y teorizar sobre él. Al menos hasta que encontremos la explicación, que será más pronto que tarde.

Iros a tomar por culo.
Dr. Jara.

P.D.: ¡Ah, por cierto! Acabo de enterarme de que Michi ha abierto un blog dedicando al mundo del toreo, que he tenido el placer de visitar. Su dirección es http://trajesdeluces.blogspot.com.

Entre bomberos, no nos pisemos la manguera...