Muy buenas a todos, alimañas ponzoñosas e infernales.
Después de "un par de días" de inactividad, creo que ya toca ponerme a resolver con mi innegable exactitud científica las cuestiones que me mandan única y exclusivamente Castaño y Miguel. Debo añadir que, sin duda, ambos se esfuerzan por ponérmelo difícil, puesto que las preguntas que me formulan rayan en ocasiones lo absurdo y además hay una pregunta que me ha obligado a llevar a cabo un exhaustivo experimento científico.
Sin más dilación, procedo a deleitaros:
Después de "un par de días" de inactividad, creo que ya toca ponerme a resolver con mi innegable exactitud científica las cuestiones que me mandan única y exclusivamente Castaño y Miguel. Debo añadir que, sin duda, ambos se esfuerzan por ponérmelo difícil, puesto que las preguntas que me formulan rayan en ocasiones lo absurdo y además hay una pregunta que me ha obligado a llevar a cabo un exhaustivo experimento científico.
Sin más dilación, procedo a deleitaros:
Miguel Vegas: ¿Porqué los premios Príncipes de Asturias se dan el día 24 de octubre? ¿Hay alguna razón en particular?
No hay una fecha exacta de entrega de estos premios. Que este año hayan dado un premio en ese día no es más que casualidad. De hecho, los primeros premios suelen ser los de deportes y se dan en septiembre por que el jurado encargado no necesita tanto tiempo de deliberación como el resto de los premios. El 24 de octubre es el día de las Naciones Unidas, aunque dudo que tenga algo que ver
Miguel Vegas: ¿Quién inventa los nombres que se le ponen a las letras en el Microsoft (o la versión libre del jodido feco)?
Creo que ya hablamos de esto una noche de cogorza. Hay tipos de fuentes, como "Times New Roman", que se llaman así por su estrecha similitud con el tipo de letra que se utilizaba en tiempos del Imperio Romano; o "Gothic" que se asemeja con la grafía alemana medieval. Otro buen ejemplo es "Comic Sans MS", no creo que haga falta que te explique por qué.
Sin embargo, la mayoría de estilos tienen nombres totalmente estúpidos, destacando entre ellos "Impact" (que a mí no me impacta en absoluto), "Blue Highway" (¡¡autopista azul!!) o "Windings", aquel inservible idioma de dibujitos. Supongo que el creador le pone el nombre que le apetezca, es como si inventas tu un estilo y lo llamas... que se yo, "Femijusmojacasrael".
Castaño: Si se mete un huevo en el congelador...¿explotará?
Bueno, después de someter un huevo normal de gallina a congelamiento durante unos 45 minutos puedo afirmar con total seguridad lo siguiente:
SI METES UN HUEVO EN EL CONGELADOR, NO EXPLOTA.
Eso sí, la cáscara se agrieta. Me ha gustado mucho que me induzcáis a realizar experimentos estúpidos de este tipo y espero que no sea la última vez, podría incluso hacer una subsección del consultorio. Así mismo, reto a todos los lectores a que metan el huevo en el microondas durante unos dos minutos y observen los resultados. Recomiendo no hacerlo con padres presentes.
Castaño: ¿Cómo se hacen las rayas interiores de los balones de chetos pelotazos? Es decir...¡cuando los muerdes por la mitad sigue habiendo rayas por medio!
Mucho me temo que esas rayas son en realidad colonias de bacterias que adoptan esa disposición lineal y que, al ingerirlas, te provocan daños cerebrales que te obligan a hacerme este tipo de preguntas. Por suerte nuestra desmesurada ingesta semanal de alcohol da de sobra para exterminar ese tipo de bacterias, así como neuronas y otro tipo de células totalmente inservibles para individuos de nuestra categoría.
Aún así, no podría cerrar este consultorio sin decir que no tengo NI PUTA IDEA de cómo hostias se hacen las rayas de los pelotazos. Siempre he sido más de Doritos.
Bueno, después de la impresionante chapa que os he pegado, me despido de todos vosotros, albergando la esperanza de haberos sido de ayuda. También animo al resto del personal a participar en esta sección.
Un cordial saludo.
Si Dios lo sabe, Jara también.
1 comentarios:
Gracias por solucionar mi problema de los chetos pelotazos, no podía dormir tranquilo desde que pensé como lo harían. Gracias a esas bacterias que son tan maravillosas y me alimentan con tentempies como los pelotazos.
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