Bienvenidos amigos timbalettis y demás almas perduuuiiiidas que hayan acabado visitando el blog más borracho y casposo de todo Internet.
He de decir que esta semana hemos sufrido algunas bajas (no me refiero a Pau) importantes como las de Jara e Israel; Jara, Feco te a echado demasiado de menos este finde; y que decir de nuestro amigo shopito de Cádiz que hasta pasando malos momentos no le engarza un buen ostión a Castaño por decir u hacer cagadas y nos alegra con su acentillo y con la cara de subnormal que pone cuando habla andalusí.
Quiero pedir perdón por el nefasto fin de semana que he hecho al no salir el jueves, salir poco el viernes y destrozar inmobiliario de la casa de un amigo el sábado.
No es por disculparme pero se que merecéis explicaciones:
-El jueves no pude salir porque estaba demasiado borracho como para moverme de la cama.
-El viernes no pude salir mucho porque al día siguiente me enfrentaba en un partido de paddle a un orondo señor, al que todos conoceréis por el mórbido. (He de añadir que este mote u adjetivo a sido adquirido por uno de nuestros integrantes, gracias mono por aportar motes al grupo, que los de siempre ya cansamos poniendo sobrenombres a las cosas y personas).
-El sábado me di cuenta de que por desgracia mis dotes como alquimista no eran tan buenos como yo me pensaba; eso unido a que me bebí tres cuartos de mi mezcla en muy poco tiempo hicieron que mis instintos salieran a flote con perturbadoras consecuencias.
Agradecimientos a parte, quiero remarcar la maravillosa sorpresa que nos dieron nuestros amigos avulenses con su estelar irrupción por tierras charras el martes.
Amigos hay que reconocer que sabéis como agarraros una buena chuza ¡si señor!
Me voy despidiendo no sin antes hacer mención a los novios de nuestras amigüitas…
Cuidadito que serán vuestras novias, pero comportaos como Dios manda con los colegas timbaletti…incluso dejad a vuestras novias en nuestros dominios porque en un timbaletti…que te diría yo, cuando sale la leche…¡que textura!, ¡que espesor!, ¡que blancura!, ¡Es un geiser!... somos como el Ariel chavales nunca llegaréis a nuestro nivel de blancura.. asique aplicaros el dato que cada día tenemos más adeptos y alguno podría salir escaldado. No es una amenaza; espero no tener que decir nunca lo de “amenacé no oiga avisé” como nuestro querido amigo Ramón el vanidoso.
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